La promesa incumplida, el peor pecado de un padre a su hijo, tiene por estos días a una tropa de madres desesperadas corriendo por la ciudad y dando telefonazos de última hora.
Son las mismas que tardíamente fueron en busca de alguna entrada para el show de Jonas Brothers y se encontraron con que no quedaba ninguna y que hoy buscan cualquier plan de emergencia.
Incluso bucear en el mercado negro virtual. La descarada reventa que se ejecuta en sitios como deremate.com y mercadolibre.cl ofertan, por ejemplo, a 125 mil pesos entradas que originalmente costaban 29 mil (Cancha) y a 210 mil otras que valían 141 mil pesos.
El otro plan es tomar un avión y ver el recital en Argentina. Para el concierto del 21 de mayo fijado en el Estadio Monumental, de River Plate, salieron a la venta entradas con precios que iban de 85 a 730 pesos argentinos, equivalentes en moneda nacional a $ 13.400 y $ 115.200 promedio.
El asunto es que Buenos Aires también vivió su propia fiebre y hasta ayer sólo quedaban tickets de Platea Alta San Martín y Belgrano, que bordean los 16.500 pesos chilenos, aunque con escasa visibilidad.
Mientras tanto, las gestiones de los productores por trasladar el recital fijado para el 20 de mayo desde la Pista Atlética hasta el coliseo central del Estadio Nacional siguen siendo infructuosas.
Con tres negativas sobre los hombros, sólo la reunión de la semana entrante entre los directivos de Time For Fun (T4f) con Carolina Tohá, actual vocera de Gobierno, alimenta las chances del cambio.
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